“Tenés que conocer Wynwood!” me dijeron varios amigos que ya habían conocido el lugar, así que apenas pude, indiqué la dirección en el GPS y manejé hasta la zona… y realmente valió la pena. Es un hermoso lugar para las personas que no siguen las recomendaciones de los folletos turísticos.
Wynwood es un lugar a tener en cuenta si te gusta la fotografía urbana, visitar galerías de arte y restaurants Plant Based como Love Life Café o bien visitar algún kiosco que expenda cannabis de alto CBD o practicar Crossfit.
Miami no se caracteriza por tener gente caminando o interactuando en las veredas como pasa en Argentina por ejemplo, sino todo lo contrario. Es muy raro cruzar personas caminando y la que lo hace, es manejando un auto, camioneta o camión… se maneja una energía tirando a baja. Si bien los murales y grafitis son increíbles, Wynwood no deja de ser un inmenso barrio urbano fabril con espíritu roots y ofertas comerciales y culturales de nivel internacional.
Son unas pocas cuadras las que parecen estar preparadas para recibir turistas ávidos de estímulos y consumo. A medida que uno se aleja, los colores de las paredes comienzan a desaparecer y el espacio urbano se transforma en una zona industrial con grandes garages, gomerías, talleres mecánicos, edificios de viviendas, locales cerrados y locales abiertos, moteles y locales Church’s Chicken que venden combos de pollo frito, papas y Coca-Cola.
Si este lugar te pareció de interés y estás planeando visituarlo, te recomendamos rentar un automóvil o en su defecto en bicicleta, ya que son distancias muy largas y no abundan los buses que conecten con South Beach.
Fotografías y texto: Vuela Vuela