Hay donde uno debe activar el modo Producción y diagramar la compleja logística para llegar a la isla de Boipeba, ubicada a uno 27 kilómetros de Morro de São Paulo y se puede llegar tanto por tierra como por agua.
Desde cualquier parte del mundo, vuelo al aeropuerto Aeropuerto Internacional Diputado Luís Eduardo Magalhães en Salvador de Bahía.. Desde ahí, un transfer de 3 horas de viaje hasta el Morro o un avión privado low-cost que tarda unos 25 minutos en realizar los 200 kilómetros que separan hasta la pista de aterrizaje de Morro de São Paulo.
La segunda tramo del viaje se debe realizar a la mañana siguiente, de modo que hay que pasar la noche en el lugar y eso es muy bueno.
Para llegar hasta la isla, se puede hacer por vía marítima y también en 4×4, opción totalmente recomendada porque es vivir un safari Africano pero sin elefantes, leones y jirafas. El camino de esta aventura finaliza en un gran río que separa Morro de Boipeba, y para cruzarlo deben tener contratado a un lanchero que los lleve hasta las playas de Moreré que dan al Océano Atlántico. El descanso comienza cuando uno está recostado en la hamaca de la posada.
El lugar es realmente maravilloso y se respira naturaleza las 24 horas. Los pocos lugares para hospedarse están próximos al mar y generalmente por las noches hay tormentas tropicales de película.
El ritmo del lugar es lento, bien lento. Las caminatas matutinas son un clásico, así como también recorrer senderos que están rodeados de mata, son actividades que se pueden realizar por horas. Leer y tomar fotografías están a la orden del día, y ni hablar tomar uma cerveja Skol bem gelada mirando el atardecer desde la barraca, generan la sensación de que el viaje, está siendo amortizado.
No wifi, no cell phone. En la isla uno se desconecta y entra en otra frecuencia. Los hábitos y costumbres de Moreré no tienen nada que ver con lo que conocemos de la ciudad. Los niños y niñas se divierten jugando al fútbol, trepando cocoteros o jugando con cangrejos. El punto de encuentro es la playa y unos metros más adentro está la escuela y la parada del Tractor, que hace viajes hasta el pueblo de Boipeba, justo del otro lado.
Conocer este lugar vale la pena, ya que para llegar hay que atravesar diferentes situaciones que hacen del viaje, una experiencia inolvidable.
Fotografías y texto: Vuela Vuela
Moreré, Isla de Boipeba en Brasil.