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Registro de aviones despegando en el Aeroparque Jorge Newbery ubicado sobre las aguas del Río de La Plata en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
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Ubicado al norte de Miami Beach, Hallandale Beach es un encantador vecindario costero con una fusión única de vida urbana y ambiente playero. Geográficamente estratégico, este barrio se sitúa entre Fort Lauderdale y Miami, siendo un punto de acceso conveniente para residentes y visitantes por igual. Sus calles están adornadas con una mezcla de arquitectura moderna y tradicional, con condominios de lujo y pintorescas casas adosadas, creando un entorno acogedor para explorar.El corazón de Hallandale Beach reside en sus impresionantes playas de arena blanca y aguas cuasi transparente . Kilómetros de costa ofrecen oportunidades para disfrutar del sol de Florida, practicar deportes acuáticos o simplemente tomar un descanso en la playa.
Para los viajeros interesados en escapar del frío del invierno, la época ideal para visitar Hallandale Beach es durante los meses de diciembre a abril, cuando el clima es cálido y agradable, perfecto para disfrutar de todas las actividades al aire libre que este encantador barrio tiene para ofrecer.
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Bay Street, en Nassau, Bahamas, se encuentra ubicada en la isla de New Providence, rodeada por el océano Atlántico al norte y al este. Esta calle emblemática no solo es un centro histórico y turístico, sino también un epicentro de la vida social y económica de la isla.
Aquí, se entrelazan los comercios de joyería, boutiques de lujo y puestos de artesanía local con las actividades cotidianas de los residentes. La gente de Nassau encuentra empleo en los numerosos negocios de Bay Street, desde tiendas hasta restaurantes y hoteles, creando así una vitalidad económica palpable en el ambiente. Los habitantes de la isla, con su amabilidad y hospitalidad característica, aportan un toque local único a esta avenida tan emblemática de la isla.
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Vivir la final del Master 1000 de Miami con Jannik Sinner y Grigor Dimitrov en cancha, es una experiencia realmente increíble, ya que que no es sólo el partido solamente, sino todo lo que implica el evento. Manejar 40 minutos por autopista hasta el Hard Rock Stadium, ubicado a 30 kilómetros aproximadamente de South Beach.
Llegar al estadio demanda atención y energía. Hay que llegar con el pre parking ok para asegurar una plaza en el estacionamiento, que dicho sea de paso, son enormes. Caminando se cruza un puente, una pista de autos de carrera y subir algunas escaleras son ingredientes que le aportan intensidad a la jornada. Una final Master 1000 en Miami es un evento exigente.
El resultado del partido fue a favor del italiano Jannik Sinner que se impuso frente al búlgaro Grigor Dimitrov por 6-3 y 6-1 en un partido de altísima intensidad que estuvo a la altura de una final Master 1000.
Tener la posibilidad de ver un partido de tenis tope de gama mundial, sin dudas es un privilegio.
A continuación, una recopilación fotográfica de uno de los evento tenísticos más importantes de Estados Unidos.
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El concesionario Mercedes Benz “Besten” Handler, realizó el sorteo de la licitación de Camiones y Vans con la presencia de clientes en el concesionario ubicado sobre la Ruta Nacional 9, Colectora Sur Km. 62, en Campana, Provincia de Buenos Aires.
Promediando las 15 horas, se dió inicio al acto de licitación que se realizó en la oficina principal de Besten Cardales, y el video que se encuentra a continuación, fue grabado y editado in situ ya que tenía que ser proyectado más tarde.
Para el cierre, lo mejor. Una recepción para 90 personas que disfrutaron de la mejor gastronomía, un show ventrílocuo y sorteos.
Producción audiovisual: Vuela Vuela
Fotografía: Diego Fioravanti para Vuela Vuela.
Acto Licitación
El Evento
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Sawgrass Recreation Park, situado en Florida, es un destino extraordinario que permite a los visitantes sumergirse en la belleza natural de los Everglades. Este parque destaca por sus emocionantes paseos en aerodeslizadores, que llevan a los aventureros a través de los intrincados canales y pantanos, brindando la oportunidad de apreciar de cerca la fauna y flora únicas de la región. Los aerodeslizadores, capaces de alcanzar velocidades de hasta 60 kilómetros por hora, añaden una dosis de emoción y adrenalina a la experiencia.
En este vasto ecosistema, los visitantes pueden avistar caimanes tomando el sol en los bancos de lodo, así como una variedad de aves exóticas como garzas y águilas pescadoras que habitan entre las densas matas de juncos y cipreses. Sawgrass Recreation Park no solo es un lugar de aventura, sino también un refugio para la vida silvestre. El parque se dedica a recuperar animales lastimados, brindándoles cuidado y tratamiento para luego retornarlos a su hábitat natural. Esta labor de conservación agrega un valor significativo a la experiencia, permitiendo a los visitantes ser parte activa de la preservación de este entorno único y maravilloso.
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Para poder vivir cerca del mar y que haya temperatura agradable durante todo el año, hay dos opciones. Una es nacer en un lugar con estas características y en caso de no haber tenido esta suerte, es necesario emigrar, tal como hizo Luisina Cirelli, una joven mujer que decidió dejar de lado su carrera profesional en el mundo de la publicidad y comenzar de cero en Bayron Bay, una pequeña ciudad costera australiana.
Luli nació en Junín, provincia de Buenos Aires y a los 16 años se fue a vivir sola a la pensión de la agencia Dotto Models y un año más tarde, decidió volver a su tierra natal para terminar el secundario y al finalizar, nuevamente volvió a la gran ciudad para estudiar Publicidad. Tres años más tarde, con el Título de “Creativa Publicitaria”, hizo su debut como Junior en la agencia internacional DDB. “Trabajé en reconocidas agencias, siempre en el área digital. Luego de pelearla durante años por destacarme como mujer en el sexista mundo de la publicidad, me abrí camino en el mundo de las Relaciones Públicas y creación de contenidos para marcas e influencers. Nike, Corona, Jeep fueron algunas de las mejores marcas a las que representé y Brenda Gandini y Luisana Lopilato, para quienes con orgullo y diversión creaba contenido en redes.” nos cuenta Luli desde el otro lado del Océano Atlántico. “Hoy puedo decir: Luli decidió dejó su carrera en el momento donde tenía todo por lo que había luchado en sus manos. “
Pongamos a la gente en contexto. Hasta hace y año y medio; vivías en Buenos Aires y trabajas como Redactora Creativa en el mundo de las agencias de publicidad, eventos y comunicación… pero un día, dijiste “Nos vimos, me voy vivir a la playa” ¿Cómo fue ese momento donde decidiste cambiar el rumbo de tu vida, mudándote a Bayron Bay, un pueblo de 10.000 habitantes sobre la playa en Australia y más de 11.600 kilómetros de Argentina? ¿Por qué?
– Siempre quise hacer una experiencia en el exterior pero claramente ese no era el momento. Tenía la posibilidad de poder ir al Fashion Week de París con Luisana, tenía una relación sólida y con proyectos con Brenda y me encontraba manejando una linda agencia de Publicidad en Palermo como Directora de Cuentas. Para ese entonces mi novio vivía y trabajaba en zona Sur, a casi dos horas del centro y el tráfico y la ciudad me/nos estaban matando. Por distintas razones ninguno de los dos quería mudarse de donde estaba y sabíamos que ningún amor, por más fuerte que fuese, podía superar el tráfico porteño y el malestar diario que eso significaba. Ambos con ciudadanía Italiana. Para mí España siempre había sido la primera opción y para él, más viajado y quien había estado tiempo atrás viviendo acá en Australia, no existía otro lugar como Byron Bay. Es un lugar muy distinto en cuanto a naturaleza, playas y sobre todo, estabilidad económica. Más allá de todo eso, no fue hasta que a mi papá le agarró un ACV en el que tomé la decisión. Mi papá, quien había trabajado toda su vida para retirarse y disfrutar de TODO lo que tenía, le agarraba un ACV a los 6 meses de haberse retirado. Fue ahí cuando me dije, tengo dos caminos: quedarme para crecer en lo laboral y alimentar a mi ego hasta más no poder o irme para desconstruirme toda, a empezar de cero, en un idioma que no manejo, a hacer no se qué, pero a “tratar” de vivir.
Las despedidas y ese vuelo al nuevo destino, sin dudas son uno de los momentos más movilizadores de toda aventura.
Me imagino que los primeros días en tierra australiana deben haber sido muy intensos y movilizadores, ya que es todo nuevo y diferente a la vez, donde la naturaleza está presente en todo momento y me imagino que la forma de vida es diferente. ¿Cómo fueron esas primeras semanas/meses? – “Challenging” / “Desafiante”, creo que hoy te podría decir que esa fue y sigue siendo la mejor palabra que describe mi experiencia acá. Por distintos motivos que conté, mi educación primaria no fue buena y aún habiendo tenido una profesora de inglés como madre (tremendo, lo sé) mi inglés nunca fue bueno. Cuando llegué no sabía qué hacer. La mayoría de las personas con poco inglés se meten a trabajar en “cleaning”, ya que es fácil, ganas buena plata y no tenés la necesidad de hablar con nadie; pero yo no quería eso. Yo quería hablar, quería desafiarme, quería mejorar, pero no sabía cómo. ¿Cómo iba a trabajar en front of house si no sabía comunicarme? Así que me la jugué. Puse mi ego entre las patas y me fui a un pequeño café a ofrecer mi trabajo a cambio de estar ahí y escuchar hablar. Es decir, estaba diciéndole a la dueña de trabajar GRATIS. Ella no lo podía creer, yo no lo podía creer. Y así empecé. Haciendo algo que nunca había hecho, en un idioma que no conocía, con un acento australiano que lo dificulta aún más, gratis.
¿Qué sentís que te aporta estar en contacto con el mar todos los días? El mar te aporta perspectiva. Nada es tan grande como el mar. Hay días que siento que todo me sobrepasa y es ahí cuando salgo a correr, voy a la playa o me meto a surfear y ahí es cuando digo: “es por acá”. Por esto estoy acá. Conectarte con el mar es como conectarte con quién realmente sos o querés ser.
[blockquote author=”” link=”” target=”_blank”]Nada en verdad es tan grave. La vida es una sola. Gracias. [/blockquote]
Una tarde con amigos y mates en Bayron Bay.Wategos y The Pass, dos playas ideales para practicar longboard.
Australia se caracteriza por tener muy buenas olas para la práctica del surfing ¿Pegaste onda con la tabla? – Australia, pero aún más Byron Bay, es uno de los mejores puntos para surfear. Byron tiene playas todo tipo de tabla: short or long y para el tipo de surfista que seas, en mi caso, aún y orgullosa de continuar siendo beginner. Mi primer tabla, que sigue siendo mi primera, debería cambiarla pero aún no me animo, es una softboard 7 ft, la famosa “Marmolada”, así y muchos la llaman. Nunca había surfeado más que una vez en Pipa (Brasil) por lo cual mi experiencia era nula y fue 100% autodidacta. Subirme, caerme, frustrarme. Recibir golpes, moretones y volver a subirme para volver a caerme. El mar es desafiante y te pone a prueba constantemente, además de tener cuidado, acá, con los tiburones. Mi respeto por la inmensidad del mismo nunca va a cambiar, pero hoy te puedo decir que me corro unas lindas olas y por sobre todo, me divierto con amigos.
Lawson St es la calle más céntrica del lugar, donde hay tiendas y cervecerías con happy hour.
¿Cómo es un día tuyo en Bayron Bay? – Me levanto muy temprano por la mañana a entrenar, mate, fruta y muchas veces café, acá el café es muy bueno y la variedad de leches vegetales es impresionante. Después Inglés o playa según el día de la semana hasta el mediodía y como último trabajo por las noches como manager en un restaurant. Lo bueno del día es que nunca es igual porque nadie trabaja de Lunes a Viernes. De repente un amigo tuyo trabaja los Sábados y Domingo y otros tiene libre Martes y Miércoles y así. Por eso es que todos los días pueden ser Sábados o Lunes jajaja.
Tener un día a día cerca de la naturaleza y a un ritmo más lento que en la ciudad, genera un cambio en la forma de ver y vivir la vida ¿Vos cómo lo vivís?
– Simple. Vivo en un estudio con mi novio donde la única puerta que nos separa es la del baño. Toda la ropa que tengo es de segunda mano, nunca más me compré ropa de marca. Dejé de acumular. Algo que entra, otra cosa que sale. Entreno casi todos los días y casi siempre al aire libre, algo que me daba mucha inseguridad en Buenos Aires. Tengo otra noción acerca de los alimentos y mucho más del medio ambiente. Clasificar la basura al nivel que lo hacen acá es algo que nunca en mi vida había hecho.
Bayron Bay es un lugar con gran actividad cultural y deportiva.
El lugar es conocido por el mar y sus playas, pero también se caracteriza por tener una gran conciencia por el cuidado del ambiente, la alimentación saludable y el espíritu del surf ¿Cómo se ve reflejado todo esto en el comportamiento entre las personas del pueblo? – Se puede decir que las personas que viven acá apoyan mucho el consumo local. Al “mercadito” del barrio o a los markets. Generalmente esos lugares son más caros pero si comprás ahí sabés que estás, no solo apoyando al small business, sino también comprando de forma consciente.
¿Qué similitudes y diferencias hay entre Australia y Argentina a la hora de socializar? – Hoy más que nunca creo que todos somos iguales y tenemos, más menos, los mismos problemas y preocupaciones. Más allá de eso, hoy entiendo profundamente por qué en otros países las personas tienden a juntarse con gente de su mismo país o culturas aledañas, cosa que antes no entendía o me parecía retrógrado. El idioma no es tanto la barrera como sí lo es la cultura y las costumbres. Tendemos a juntarnos con aquellos que nos devuelven parte de lo que extrañamos. Un claro ejemplo son los festejos de Navidad o Año Nuevo acá. Acá el australiano festeja el 25 al mediodía y no a la noche y el 31 más o menos que le da igual. Y olvidate que a las 7 se fue a dormir. Y es ahí cuando salís en pata y sin importar lo que tengas puesto en búsqueda de alguien que se muera, tanto como vos, por un flan con dulce de leche y un asado sin cita previa.
En Australia tener un automóvil es accesible y que mejor que una camioneta Susuki Vitara para cargar las tablas.
¿Cuánto sale una pizza con cerveza? #IndiceVuelaVuela – Depende del lugar. Te puedo decir que tal vez una pizza grande y una coca puede salir 27 dólares australianos.
Un consejo para aquel que está dudando en dar el paso y lanzarse de viaje? – Que el miedo y el ego no te quiten la posibilidad de conocer aquello que no conoces.
Un concepto libre para finalizar. – Sé amable, no prejuzgues, nunca sabés la historia del otro.
Nacer en el interior de la Provincia de Buenos Aires no es impedimento para poder transformarse en surfista, hay que vivir cerca de la playa y para lograrlo hay que tener dos cosas: Convicción y un ticket sin fecha de retorno tal como hizo el platense Lucas Portela, que decidió cambiar una vida estable frente al Océano Pacífico en Playa Colorado, sur de Nicaragua.
Lucas Portela nació en La Plata, creció en Las Flores y a edad universitaria, volvió a la Ciudad para estudiar Diseño en Comunicación Visual en la Facultad de Bellas Artes y descubrir el longboard. Su relación con la tabla fue 24/7 y junto a un grupo de riders, fueron los primeros en organizar carreras de longboard modalidad bordercross, una modalidad inédita hasta el momento ya las pistas contaban con lanzadores, rampas, peraltes y fardos de pasto. Una vez cumplido el ciclo en la ciudad, decide junto a una ex novia, emprender un viaje México, montados en una van transformada en hogar. El viaje se extendió en el tiempo y después de girar dos años por tierras aztecas, siguieron por Costa Rica, Panamá hasta que decidieron que debían seguir caminos por separado. Hoy Lucas vive a metros del mar en Nicaragua y divide su tiempo entre su trabajo como Diseñador Gráfico freelance y el surf.
Lucas pasando el rato en “El Point de 50”, un espacio al aire libre para patinar y compartir unos mates con amigos. Foto: Damián Guerrero.
Lucas, si te parece, comencemos hablemos de tablas… Cuando vivías en La Plata, conociste el longboard y más allá de patinar, fuiste uno de los pioneros organizando eventos de alto calibre para la época… ¿Cómo fue ese momento? Si, en La Plata me encontré con infinidad de estímulos culturales y alternativos y el longboard fue de lo más significativo en ese periodo de mi vida. Patinamos todo el día con la misma banda -muchos de ellos hoy amigos- y eso alimentaba nuestras ganas de difundir el deporte. Fue un lindo caldo de cultivo y retroalimentación entre los que pertenecíamos a esa época del longboard en Argentina. Estábamos manija, con ganas de hacer y sobre todo, había una necesidad real de poder activar movidas donde patinamos, para reclamar el point y que finalmente sirvió para gestar el tremendowinque logramos con el corte los fines de semana y feriado de la Calle 50 en el Bosque platense y lo hicimos con el aval de la Municipalidad. Era en ese lugar que hacíamos las movidas y llegamos a estar dentro de los eventos anuales de la agenda cultural… y aunque fue todo muy autogestivo, siempre contamos con el apoyo del gobierno de turno y marcas ligadas al deporte. Hicimos eventos grosos de mucha convocatoria, con bandas, street art y conciencia ecológica. También hicimos eventos técnicos de competencia, para elevar el nivel de los patinadores… y hacer eso era parte del espíritu de la agrupación.
El Bosque Plain fue una competencia de longboard modalidad bordercross, algo inédito en esos tiempos. Foto; Damián Guerrero.Lucas fue uno de los organizadores de la patineteada masiva Green Day 2012 en La Plata. Foto: Damián Guerrero.
Generar movidas en La Plata fue como un sueño cumplido, una linda oportunidad porque considero que no hay muchos lugares en Argentina -y en el mundo- con la actividad y diversidad cultural que hubo en ese momento. En lo personal estoy muy agradecido y me siento bendecido por haber sido parte de esa gestión cultural y deportiva, aunque sea desde nuestro lugar, y creo que es un sentimiento compartido con todos los que trabajamos para esto, y por los que disfrutaron de esas movidas.
¿Qué enseñanzas te dejó la época de tablas y eventos en La Plata? Me enseñó sobre la autogestión, el empuje y a afrontar las adversidades… también aprendí sobre organización y el liderazgo. Me enseñó a comprender y a tratar con los diferentes estratos participantes de las movidas: compañerxs, dirigentes políticos, muchachxs de todos los niveles deportivos, patrocinadores y otras agrupaciones de otras actividades,
Me enseñó a no bajar los brazos ante la adversidad y aprendí que si uno quiere algo, hay que trabajar para que suceda, con aguante y capacidad, porque a lo largo de los años realmente tuvimos incontables situaciones extremas para dejar todo de lado… pero siempre nos mantuvimos ahí, siempre al frente.
Ahora sí, retomemos la cuestión del mar, ¿en qué tramo del viaje por Centroamérica te empezaste a relacionar con el surf? Hice un intento al inicio de mi viaje… conseguimos las tablas y creí que tendría el tiempo para darle a full, pero sin éxito. Me encontré con un deporte que no era como los otros, y mirá que practiqué muchos, inclusive deportes de tabla!. Creí que con esa confianza y experiencia, el surf me daría algunas chances, pero no alcanzó en ese momento.
Al inicio del viaje tenía otras preocupaciones, una nueva vida que entender y muchos lugares que recorrer. Eso me alejó bastante de las playas y del surf… Fue imposible lograrlo hasta que no centré mi viaje/vida en el mar. Luego de un par de años de deconstruirme y reinventarme, pude realmente poner el foco en el deporte, en el surf y entonces apareció ese tiempo y encontré lo que buscaba en el mar con una vida en las playas.
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¿Podés contarnos cómo fueron esas primeras metidas? Super frustrante jaja. El longboard y el snowboard me habían dado mucha confianza, pero al final el surfing me puso en mi lugar y me re-enseño todo lo que tuve que re-aprender. Nunca había sentido que la superficie se mueva, y pueda ser tan traicionera -hasta que la entendés-, sumado a que mi primera tabla era una un shortboard 5’11… era imposible disfrutar del surf en esas condiciones, fueron golpes, frustración y eso creo me alejo de las playas por un tiempo.
Hace ya un tiempo que estás viviendo en Nicaragua y vivís en la playa. ¿Cómo es hoy tu relación con el surf? Si, ¡en Nica hay muchas olas! Ahora disfruto mucho del surf y la conexión con el mar. Aunque hay muchas veces, que la ola me marca quien es la que manda, y eso a su vez es un aprendizaje constante, alimentando mi respeto y admiración por la naturaleza. Y eso se aprende a disfrutar mucho más las cosas simples de la vida.
¿Qué tipo de tabla estás usando? Ahora sí tengo un shortboard 5’11 que puedo disfrutar jaja.
Postales de Playa Colorado, Nicaragua.
Estás viviendo en Playa Colorado a metros del mar ¿Qué podés contar del lugar? Yo vivo en Hacienda Iguana, que es un complejo urbanístico en desarrollo. Aquí le dicen resort. Es una área privada que rodea un gran campo de golf, que se transforma en un hermoso parque que embellece el lugar. A su vez tiene una playa paradisíaca delimitada al norte y al sur por cerros que los separan de otras playas. También hay una pequeña zona comercial y un club de playa, y es el espacio favorito donde los residentes pasan el rato. Es el lugar perfecto frente a la ola ya sea para comer, reunirse, jugar beach voley y por supuesto, acceder a la playa Colorado, que es donde está la ola más concurrida y es mi favorita. Colorado es un beach break, es una ola tubular, rápida, chupada. Colorado clásico es una ola de clase mundial que recibe todos los años surfistas profesionales y da la chance de compartir line up con grosos del surfing.
A unos 1000 metros hay otra ola -dentro del mismo complejo- que se llama Panga Drops y es una ola tipo Margaret River de Australia. Es grande y con mucho volumen de agua… es más gorda y lenta que Colorado. Es una ola más alejada de la playa que revienta gracias a una roca/reef. Una ola típica para tablas más grandes, funboards, longboards.
Seguramente gente que esté leyendo esta nota, se pregunte como hacés para bancar la estadía frente al mar… ¿Cómo te ganás la vida para poder hacer lo que más te gusta? Soy Diseñador Gráfico freelance, igual que cuando vivía en Argentina. Pero desde que comencé el viaje he trabajado para todos los países en los que estuve y otros países de personas que fui conociendo. Aunque no salí de Argentina buscando esto, el viaje me hizo encontrarlo. Diseño cualquier cosa que sea diseñable como negocios, muebles, fachadas, interiores, logos, uniformes/merchandising/ropa, papelería, packaging, publicidades, pero puntualmente me gusta desarrollar identidades visuales de marcas y logotipos. Trato siempre de hacer este trabajo aportando valor a través del lettering, Idea que pude plasmar también a través de los pinceles a rótulos y murales, como un letrista clásico.
Big Wave es una marca de granola que se transformó en un emprendimiento personal.
El viaje me aportó una gran cuota de consciencia en todos los sentidos… ecológica, social, de alimentación y de consumo. Aprendí a alimentarme mejor y a valorar la calidad de los alimentos. Me interesé sobre muchos productos que antes no consumía como por ejemplo los cereales, ya que son alimentos saludables que puedo combinarlos con el surf, entonces de ahí nace la granola que produzco “Big Wave” (gran ola). Actualmente la granola se está distribuyendo en 3 de las ciudades más importantes de Nicaragua y estoy trabajando para ampliar el mercado y la familia de productos, ofreciendo alta calidad nutricional y proteica. Mi intención es que sea el complemento perfecto para los surfistas y deportistas.
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Diseños y lettering de Lucas Portela.
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Diseños, ilustraciones y lettering de Lucas Portela.
Personas que se han ido a vivir cerca del mar, dicen que no hay retorno a la ciudad ¿Cómo es en tu caso? Es verdad que suele sentirse eso. Aunque no a todos, porque la montaña también tira mucho y ni hablar de las ciudades con sus comodidades y la gente querida, eso sin dudas que tira mucho y se transforma también en un espacio donde muchos no pueden salirse.
En mi caso fue un quiebre… solo quiero playa y eso es por el surf ya que no hay muchas formas de aprender a surfear si es que no vivís en la playa. Además estar en un entorno de naturaleza y selva, donde el aire del mar es una conexión que alimenta el espíritu de verdad.
No veo mejor manera de vivir, más que estando rodeado de estas magias del universo… es la más alta calidad de vida que he descubierto. Hoy no es una opción volver a vivir a una ciudad.
¿Cómo sigue la historia? Buscando nuevos desafíos laborales y continuando con mi carrera como Diseñador aquí en Nicaragua -o donde sea- y también haciendo crecer la producción de granola Big Wave…. Obviamente seguir este interminable camino de aprender a surfear, porque nunca se termina y cada ola te enseña!.
Un concepto libre para finalizar. Creo en el diseño y en la comunicación como poderosas herramientas para mejorar el mundo en que vivimos. Estoy convencido de que hay mejores maneras de hacer negocios, formas más sustentables, sanas y puras en esencia. Estamos tras esas ideas y es necesario que las adoptemos ya mismo para no seguir erosionando el planeta.